El lamento de Orfeo, Alexandre Séon, 1896. |
Cuando la gélida nostalgia te cubra
y te desborden los infinitos recuerdos;cuando el mudo tic tac del reloj insumiso,
se detenga triste y anide en tus párpados,
haciendo eterna la fría noche,
y el tiempo caprichoso te aleje del día;
cuando cuentes demasiadas horas,
y te exilies voluntario en la tristeza,
piensa que yo habito siempre en tu cuerpo,
y en la secreta arquitectura de tu piel.
Allí dejé mis palabras, mis labios reposando,
mis manos en la brisa de una caricia,
el deseo inalterable de un nuevo encuentro,
mi vida alojada en la esperanza de la tuya
y un corazón anhelante desbordado de amor
que siempre acompañará la voluntad de tus pasos,
escuchará tu grito, hará suyo tu silencio,
te levantará cuando tus pies tropiecen,
y alejará de tu vida el dorso de la melancolía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario