Morning, Alexandra K. Nowak |
Solo silencio entre tu cuerpo y el mío.
Un espacio oceánico abisal
trasciende en los límites de la piel,
extingue poro a poro lo que fue luz
y transita en insondable final
tan frío, tan oscuro, tan estéril,
donde ya nada será desvelado,
donde los besos desmembrados
sin resguardo de la profundidad
tejen la urdimbre de un talud,
solitario reino de penumbra.
Y me invade todo el amor de repente
Cuando no hay destino ni destinatario
Cuando espera y encuentro no son victoria
Cuando se quedan descubiertas las derrotas
Cuando no hay asombro en la faz de la aventura
Cuando tu cuerpo no es cosmos indecible
Cuando un adiós se precipita en el silencio
como estela final de un solo gesto
que adivino el último.
Dibujo en el aire la curva de una caricia
que agoniza y perece en un segundo,
rozando la duda, resistiendo la vida.