Madrid 1937 o Aviones negros, Horacio Ferrer * |
“Y no hallé cosa en que poner mis ojos
que no
fuese recuerdo de la muerte”
Francisco
de Quevedo
Heredarás la
pena desde el oscuro rincón del recuerdo
donde habita
la triste memoria de los vencidosy que como muertos cautivos no hallan reposo.
Camina junto al precipicio desolado de su ausencia
aunque se escuchen con recelo los miedos y el odio
de los que jamás tuvieron ni tienen corazón.
Camina junto a ellos cada amanecer, hilando sueños,
métete a horcajadas en las entrañas de la noche
buscando sus nombres sin cuerpo y no calles.
Libéralos del olvido de la historia escrita con sangre,
que el silencio no se agolpe nunca en tus ojos
aunque las lágrimas desalojen tus renovadas ilusiones.
Viaja en el tiempo como en un bucle y vive el duelo
de los hijos enterrados, aquellos que no tienen la esperanza
de la luz, la justicia y la dignidad. Aprieta los dientes.
Pero no vayas a llorarles porque son grito de libertad,
materia de la tierra húmeda, aliados de la lluvia,
argumento de tu sangre y memoria de resistencia
donde la muerte no es tan solo la triste palabra,
la ausencia, el llanto o la nada eterna y permanente.
La muerte es más que nunca el recuerdo de los vivos.
No caigas en el precipicio del olvido
porque te sobran, nos sobran, los motivos.
María Torres
Mayo 2012* Este cuadro de Horacio Ferrer compitió con el Gernica de Picasso por el espacio preferencial del Pabellón de la República diseñado por Sert para la Exposición Universal de París de 1937.
3 comentarios:
Muy hermoso María, te superas día a día.
Besos
"Libéralos del olvido de la historia escrita con sangre,
que el silencio no se agolpe nunca en tus ojos
aunque las lágrimas desalojen tus renovadas ilusiones."
QUE DECIRTE MARIA DE ÉSTE SENTIDO POEMA ¡¡
Un beso amiga.
Doliente y bello.
Abrazo enorme!
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